Las prácticas de RRHH en épocas de Teletrabajo

Hace menos de un año, casi nadie se cuestionaba algunas “verdades” instituidas con respecto a algunas de las prácticas más habituales de RRHH tales como la Selección de Personal, la Capacitación o la Evaluación del Desempeño.

Evaluar a una persona para un puesto de trabajo, darle “feed back” sobre su desempeño o capacitarla en “habilidades blandas”, requiere del establecimiento de un vínculo directo, presencial, “face to face”. De lo contrario se pierde calidad en todos estos procesos.

Hasta acá los viejos paradigmas….sin embargo ahora también trabajamos “a distancia”. 

 

Los nuevos paradigmas

El teletrabajo llegó para quedarse, es posible escuchar a menudo. Si bien -pre pandemia- muchas personas ya trabajaban sin mayores dificultades de esta manera, este fenómeno adquirió niveles de masividad. Empujados por la necesidad y sin preparación, de un día para otro, teníamos la oficina en casa. Entonces nos vimos obligados a salir de nuestra zona de confort, reconvertirnos  y hacer lo que creíamos que no se podía, es decir derribar viejos paradigmas. 

Descubrimos que la afectividad del vínculo se puede transmitir por la pantalla, como si no hubiera distancia, porque lo que importa es como se dice lo que se dice. O sea: lo mismo que cuando trabajábamos en forma presencial.

Por supuesto que ya había quienes no podían empatizar por más cercanía física que tuvieran. Y decir que “trabajar a distancia no es lo mismo”, resulta una obviedad que con mucha decirla, esconde nuestras dificultades de comunicación efectiva -independientemente de las circunstancias- y nos impide ver la oportunidad que nos ofrece la tecnología para transformar la barrera de la distancia en un puente para la comunicación.  

  

Las nuevas prácticas vía zoom 

En el Departamento de Capital Humano de Mazars en Uruguay, la selección de personal, las instancias de devolución de los procesos de evaluación, las evaluaciones psicolaborales por competencias y las capacitaciones contratadas por nuestros clientes,  han sido las prácticas que con mayor frecuencia hemos desarrollado en forma remota. Para esto nos entrenamos en las distintas herramientas ofrecidas por las plataformas disponibles, adaptamos nuestras propias herramientas metodológicas para su implementación no presencial e introdujimos nuevas técnicas de evaluación y dinámicas de trabajo.

Al final del día hemos apreciado los beneficios del teletrabajo aplicado en las prácticas de RRHH en la optimización de los tiempos, la accesibilidad a mayor cantidad de personas y la reducción de costos logísticos, manteniendo los estándares de calidad en los vínculos y los resultados alcanzados. Y sobre todo ahora sabemos que aunque no es lo mismo, es posible hacerlo bien.